El cine y el café tienen algo en común: ambos despiertan emociones, unen a las personas y convierten lo cotidiano en una experiencia memorable. Por eso, para nosotros ha sido un honor estar presentes este año como café oficial del 73º Festival de Cine de San Sebastián, un encuentro que cada septiembre transforma la ciudad en el epicentro del séptimo arte.

Durante los días del festival, nuestros baristas han tenido la oportunidad de servir miles de cafés a visitantes, invitados y profesionales de la industria, convirtiendo cada pausa en un momento especial. Porque más allá de las alfombras rojas y los estrenos internacionales, lo que de verdad marca la diferencia en un evento como este son los pequeños momentos: un espresso antes de entrar a una proyección, un cappuccino compartido en medio de una charla entre amigos, o ese café rápido que te da energía para seguir la jornada.

Este año, además, hemos estrenado nuestra nueva imagen y packaging renovado, mostrando al público que Templo Cafés sigue evolucionando sin perder su esencia: ser el socio perfecto para la hostelería y un referente de calidad para los amantes del buen café. El stand de Templo en el Kursaal se convirtió en un auténtico punto de encuentro donde periodistas, cineastas y asistentes pudieron disfrutar de la experiencia Templo en primera persona.

Alfonso, Jaime, Mariam y Mónica fueron los grandes protagonistas detrás de la barra. Su profesionalidad, cercanía y pasión por el café consiguieron que muchos visitantes nos felicitaran y compartieran con nosotros lo mucho que habían disfrutado de cada taza. Con ellos al frente, demostramos que el café no solo se sirve: se transmite con una sonrisa y con el cuidado por cada detalle.

Las reacciones no pudieron ser mejores: asistentes que repetían cada día, invitados que se sorprendían por la calidad del café, y decenas de personas que compartieron en redes sociales su experiencia con Templo en el festival. Para nosotros, esos gestos son el mejor reconocimiento: saber que hemos contribuido a que la experiencia del Festival de San Sebastián sea aún más completa.

Desde aquí queremos dar las gracias a todos los que pasaron por nuestro espacio, a quienes probaron nuestro café por primera vez y a los que ya nos conocen y siguen apostando por Templo.

Nos vamos del festival con la satisfacción de haber compartido nuestro café con miles de personas y con la certeza de que, como el cine, el café tiene el poder de emocionar y de dejar huella.